La gente de Arica vinculada con la cultura Tiwanaku de Bolivia llevaba, por lo general, dos tipos de gorros de cuatro puntas. Uno de varios colores y diseños y otro similar, pero de una o dos tonalidades, generalmente azul o café. Los primeros eran empleados por miembros de la elite y los segundos por individuos socialmente menos connotados. Después del colapso del Estado Tiwanaku en el altiplano boliviano, muchos de estos gorros permanecieron en uso entre los habitantes de esta región costera del norte chileno.

En el campo inferior o en el intermedio, el gorro de cuatro puntas policromo suele presentar una línea en zigzag con motivos intercalados que recuerdan las grecas de los bajorrelieves de las esculturas de Tiwanaku. Cabezas de aves rapaces están dispuestas en pares yuxtapuestos y mirando hacia arriba, formando diseños escalonados que evocan a las pirámides escalonadas de ese sitio altiplánico. No es descartable una relación entre estas aves, las pirámides y la música, toda vez que las cabezas de aves rapaces semejan imágenes estilizadas de sikus o zampoñas. Las puntas del gorro representan cabezas de estas aves dirigidas hacia lo alto, las que en ciertos ejemplares incluyen las alas. Los gorros de uno o dos colores, en cambio, llevan sencillos motivos de zigzag o rombos logrados por el relieve de los nudos usados en su confección. Ambos tipos de gorros están confeccionados con pelo de camélido y tejido anudado, a partir del centro de su cubierta superior.