Este silbato de la cultura Chimú de la costa norte de Perú, que representa a un pelícano dando de comer a su cría, canta sobre el sonido del mar de Calabacillo, una playa cercana a Tregualemu, en las costas de Chillán, centro de Chile. El sonido del mar y de las gaviotas evocan el ambiente costero en que seguramente se utilizaba este silbato, su sonido agudo y penetrante dialoga con los graznidos de las gaviotas. El silbato fue tocado por Claudio Mercado, el año 2019.