Esta estela es un vívido ejemplo de la rica y compleja cultura Maya, que floreció en partes de lo que hoy son México, Guatemala, Honduras, y Belice, y cuyos descendientes aún habitan estos territorios. Los mayas fueron conocidos por su complejo arte, arquitectura, conocimientos matemáticos y astronómicos, y por su sistema de escritura jeroglífica.

Esta estela, o piedra tallada, es un monumento arquitectónico conmemorativo de gran importancia en la historia Maya. Es un homenaje a Tan Teʼ Kʼinich, el quinto gobernador de Petexbatum, y fue ubicada en el centro ceremonial de Aguateca, en la región maya del Petén, en Guatemala. Los jeroglíficos grabados en la estela contienen la fecha de su creación, utilizando la notación maya, que corresponde al año 790 en nuestro calendario.

La estela está esculpida en una de sus caras, mostrando una escena con tres personajes y una serie de textos jeroglíficos. La figura central es el gobernador Tan Teʼ Kʼinich, quien está representado con un traje de guerrero, sosteniendo un dardo y un escudo. A su lado, hay dos prisioneros sentados, con las manos atadas a la espalda. Tan Teʼ Kʼinich está de pie sobre la montaña sagrada, o Dios Huitz, en la lengua maya tzotzil. Esta imagen simboliza varias ideas complejas sobre los ancestros, la riqueza, el territorio y el poder, todos atributos asociados con esta autoridad significativa.

Este monumento no es solo una obra de arte hermosa; es también un documento histórico que refleja la sofisticación y profundidad de los mayas. Nos ofrece una ventana a la vida y la cultura de una sociedad notablemente avanzada en muchos campos, y es una pieza clave para entender cómo vivían, qué valoraban, y cómo veían el mundo.