Este textil muestra una escena única: un gran pelícano, llevado en andas por pelícanos más pequeños, con peces colgando de sus picos y en sus vientres.

Esta imagen podría ser algo más que una simple representación de la naturaleza; es posible que sea una metáfora del sistema social en la cultura andina donde fue creada, específicamente, la sociedad Chimú.

Chimú floreció en la costa norte de Perú, aproximadamente entre los años 900 hasta 1470 DC, antes de ser conquistada por los incas. Era una sociedad compleja y altamente organizada, conocida por sus habilidades en la metalurgia, la cerámica y, como se refleja en este textil, el tejido. Las jerarquías sociales eran fundamentales en la sociedad Chimú, y marcaban el ritmo de la vida tanto para los humanos como para los otros seres que participaban en ella.

El textil fue creado usando una técnica llamada tapicería ranurada. Se cree que fue utilizado como una especie de celosía en un edificio importante, probablemente ocupado por un líder Chimú. La función de este textil era tanto decorativa como práctica, permitiendo ver a través de él mientras separaba distintos espacios y personas, experiencias políticas y sociales. La imagen del pelícano también se encuentra en las decoraciones de los muros de barro de las ciudadelas que cada nuevo gobernante Chimú mandaba a construir.

Este textil es parte de una pieza mucho mayor, hecho de dos cuerpos tejidos de forma independiente y luego unidos en el centro. Los pequeños flecos en tres de sus bordes, también tejidos en tapicería, añaden un detalle delicado.

Esta pieza es un fascinante recordatorio de cómo el arte puede reflejar la sociedad en la que fue creado, ofreciendo una visión de la vida, las creencias y las prácticas de la rica y compleja cultura Chimú.