Esta escultura es una expresión artística distintiva de la región del noroeste de Argentina, tallada en un solo bloque de piedra de color gris con cristales negros. Data aproximadamente del año 500 de nuestra era, y representa un período histórico y cultural importante de esta región andina.

Representa un rostro humano de forma ovalada, con cejas en relieve unidas a una nariz larga que forma una “T”. La boca circular es también un relieve y en su centro hay una perforación que atraviesa la pieza. En las perforaciones del borde superior de la cabeza, es probable que se insertara algún tipo de ornamento, como una corona o tocado radiante.

Estas esculturas de rostros de piedra con líneas simples eran comunes en esta área y a menudo expresaban una combinación de asombro y tristeza. Esta particularidad se refleja en los ojos pequeños con cejas arqueadas y la boca sutil que parece silbar o cantar.

Esta región de Argentina es conocida por su rica historia cultural, y estos objetos ofrecen un vistazo a las tradiciones y creencias de las personas que vivieron allí hace más de mil quinientos años. El arte, como la de este rostro tallado en piedra, es una herramienta valiosa para entender las complejidades de la vida y la expresión humana en diferentes épocas y lugares; es un enlace con un pasado distante y una fuente de información sobre cómo vivían y qué valoraban las comunidades antiguas de esta región andina.