Pachaka nos relata sus andanzas en el bosque cuando de niña, iba de la mano de su abuelo, maestro curandero, y le enseñaba el lenguaje de los seres del bosque, conocimientos que ahora ella ha adquirido y con los que puede curar. Pachaka lucha por preservar el conocimiento de las plantas como el Iwenki, la sabiduría de las abuelas y las plantas femeninas como el Maniki, que cuida, limpia y preserva los cabellos. Pachaka nos enseña también una de las técnicas más antiguas de su comunidad para la limpieza de los males, la evaporación, y alza su voz en contra de los extractivistas del conocimiento ancestral.