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Tradición y revitalización del rütran o platería mapuche

Fotografías: Nicolás Aguayo.

Antonio Chihuaicura y Marco Pailamilla son rütrafe, cultores especialistas en platería mapuche. Hace algunos meses tuvimos el honor de recibirlos en las salas y depósitos del Museo Chileno de Arte Precolombino, en el contexto del proyecto “Catálogo Razonado”. Junto al historiador del arte y curador Cristian Vargas Paillahueque, las investigadoras Constanza Tobar y Victoria Maliqueo, interactuaron con piezas de platería mapuche y dialogaron en torno a este oficio tradicional que sigue vigente en la prácticas de los rütrafes de la Araucanía. 

Un cambio de paradigma

La platería mapuche tuvo su auge durante la época post contacto con los españoles, viviendo un periodo de esplendor a mediados del siglo XIX. Con la ocupación de la Araucanía y el subsecuente despojo colonial que provocó la pérdida de territorios en las comunidades y con ello, una escasez de alimentos como cereales y del ganado, gran parte de estas piezas comenzaron a venderse para poder subsistir. En ese abrupto quiebre, la platería pasó a formar parte de colecciones públicas y privadas. Lo anterior, a su vez, consolidó la creación de instituciones como museos que comienzan a albergar estos objetos.

Revisita el video del ciclo Arte y mapuche kimun: Mapuche rütran (platería mapuche): tradición y revitalización

Pero si bien la materialidad y el oficio de la platería se diluyó fuertemente durante este período –fines del siglo XIX, principios del XX–  la sabiduría de los rütrafe y otros oficios artesanales persistió en la memoria de familias mapuche, transfiriéndose como una inexorable sabiduría a través de generaciones que hoy revitalizan esta práctica a través de talleres, confección de nuevas piezas y también de réplicas. 

Un catálogo razonado para la colección de platería mapuche

Catálogo Razonado es un proyecto que ha buscado dar cuenta de esta revitalización que persiste entre las familias y comunidades del territorio mapuche. Es así como, a través de una diálogo bilingue en mapudungun y español –un nütram– se invitaron a diversos sabios especialistas como textileras, alfareras, expertos en lítica y platería, entre otros– que han relevado las memorias presentes de estas prácticas. “Existe un memoria larga en el mundo mapuche respecto a como se obtuvieron estas piezas, y cómo nuestra gente se fue quedando sin ella. Eso es importante de señalar, porque forma parte del relato del mundo mapuche” explica el rütrafe Antonio Chihuaicura. Él recuerda, por ejemplo, cómo los antiguos tuvieron que entregar objeetos de plata para intercambiarlos por comida y así poder sobrevivir durante la época del despojo. “Fueron tiempos muy duros, desde 1920 hasta los años 80, en donde hubo que deshacerse de la platería e intercambiarla por harina, trigo, azúcar, yerba mate, para poder vivir. Se perdieron muchas cosas pero también hay memoria que persiste, que sigue muy presente, aunque muchas de las ceremonias donde se usaban estas piezas ya no se continúen haciendo, son todas formas de reconstruirnos como mapuche”, agrega el platero.

El primer contacto de Antonio Chihuaicura con el oficio del rütran fue a los 8 años, a través de un libro. Luego, durante la adolescencia, aprendió las técnicas, la simbología y la lengua con la langmen Clara Antilao, mujer sabia rütrafe. “Uno siente que ser rütrafe es parte de su herencia y de un proceso de reconstrucción como pueblo. Tenemos la labor y la misión de traer la platería nuevamente para que esté en los nguillatun, sobre el cuerpo de nuestra langmen, en los caballos, y así, volvamos”, agrega Marco Pailamilla. El artesano, con más de 40 años de experiencia, sigue compartiendo el oficio en talleres, como en los cursos de artesanías de la Universidad Católica de Temuco, en donde enseña la forma tradicional del rutran: fundir, hacer remaches,  la unión de dos metales sin soldadura, el buen moldaje, los diversos símbolos en la pieza. “Seguimos haciendo todo mano. Tal vez ya no se hacen piezas grandes para una langmen que va a una ceremonia, se han hecho adaptaciones como miniaturas de las piezas mapuche para usarlas en un prendedor, porque tenemos que vender para poder sobrevivir, pero esto sigue vigente y cada vez se interesan más jóvenes”, agrega Pailamilla, quien tiene su taller en las cercanías de Panguipulli.

Materialidades vivas

Entre las piezas que pudieron examinar en detalle y que forman parte de la colección de la Sala “Chile antes de Chile” del Museo Chileno de Arte Precolombino, están las trapelakucha (prendedor de tres cadenas), chaway, diversos tüpu (prendedores), también rütriñ o ritril (alfiler-prendedor con figuras de aves). Todos estos objetos son de período etnográfico (fines del siglo XIX y principios del XX). Durante el “nütram” (conversación, relato, historia, con vinculación territorial e histórica) se conversaron sobre estas piezas que componen la colección y también se revisaron in situ, tras un desmontaje previo realizado por el equipo de registro y conservación del área de Colecciones del museo.

Una de las temáticas que se abordó fue la técnica, materialidad y la dimensión energética y espiritual de estas piezas. Al respecto, los rutrafe explicaron que existen formas de limpiar la plata para quitarle ciertas energías negativas que esta puede adquirir. “Cuando la platería se pone oscura es porque ha tomado algo más negativo. Mientras más fuerte sea, más hay que estar limpiando, lavarla todos los días. Es una forma de protección para absorver las malas energías que le llegan a una persona. Las abuelas y abuelos sabían que la plata era un material antibacteriano e incorporaron hace tiempo ese conocimiento” , es cierto que cuando la piezas e pone negr es una mala anergia que sle viene a la persona. La plata, al absorver lo malo, era una protección que podías tener”, cuenta Marco Pailamilla.

Te invitamos a seguir conociendo estas historias de revitalización y tradición de prácticas y oficios y adentrarte en el Catálogo Razonado de la colección mapuche en exhibición; proyecto acogido a la Ley de Donaciones Culturales y apoyado por BHP | Escondida, que busca expandir las categorías de arte y oficio en una selección de piezas presentes en el Museo Chileno de Arte Precolombino. Con el tiempo, este aprendizaje tendrá como resultado una serie de orientaciones en el uso y manejo de estas colecciones otorgadas por estos sabios especialistas, además de la publicación de un Catálogo Razonado durante 2024.

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