La comunidad educativa de Quilquico en la península de Rilán en Chiloé, en el marco de la instalación de la asignatura de Lengua y Cultura Indígena comienza a reflexionar sobre la identidad del territorio hasta dar con la rebelión de las comunidades williche en 1712, cansadas de los crueles tratos y abusos de los encomenderos españoles. El epicentro táctico había sido precisamente en Quilquico, a través de un trawun de palín en donde deciden levantarse en quince días más cuando se hiciera la luna llena. Esta historia había sido olvidada y desconocida para sus habitantes y las nuevas generaciones.