En San Andrés Larráinzar, todos son responsables del bienestar colectivo, pero pocos son los elegidos para recorrer el camino de servicio a los dioses. Ch’ul be es la senda de Martha y Diego, de Román y su hijo Tino. Un recorrido de lo cotidiano a lo sagrado y de lo individual a lo colectivo, asegurándose de que el conocimiento no se pierda y el ciclo no se rompa.