El Museo Chileno de Arte Precolombino (MChAP) y el Museo de Artes Visuales (MAVI) se unen en una nueva exposición en la que seis artistas contemporáneos hacen dialogar sus creaciones con las piezas precolombinas.
Daniela Cross y María Jesús Tardones son dos restauradoras del equipo de colecciones del Museo Chileno de Arte Precolombino. En octubre del 2021 comenzaron a trabajar con seis artistas contemporáneos para la planificación de la exposición, “Ahumar, tejer, grabar, remendar: Materialidades en Diálogo”, un ejercicio colaborativo entre el Museo de Artes Visuales, el Centro de Estudios Indígenas (CIIR) de la Pontificia Universidad Católica de Chile y el Museo Chileno de Arte Precolombino. El objetivo de la muestra es establecer un diálogo entre las investigaciones de estos creadores y algunas piezas seleccionadas del museo.
Una vez realizada la primera reunión entre artistas y las trabajadoras del museo la tarea se dio por iniciada. En aquella charla los autores les explicaron la idea que tenían para desarrollar su trabajo, y de inmediato Cross y Tardones emprendieron la búsqueda de esculturas y textiles que se ajustaran a la visión que tenían los y las creadoras.
Luego de una primera preselección de piezas a cargo del equipo de colecciones, se le envió un listado de objetos que podían tener relación con la visión de los artistas. El último paso consistió en una visita de los creadores al museo para interactuar y conocer más sobre los textiles y cerámicas elegidas.
El proyecto de cada autor es bastante variado y aunque en primera instancia algunos de ellos tenían una visión clara, a muchos otros les sirvió el apoyo de Cross y Tardones para desarrollar en mayor profundidad sus proyectos artísticos.
Uno de ellos, fue Danilo Espinoza, artista contemporáneo que propone un cruce entre estructuras metálicas, telas y humo, con objetos del pasado de origen mapuche, impregnados con humo. “Empezamos a ver piezas de cerámica en las que se ha usado el humo para generar los dibujos. A Danilo le importaba mucho el tema de lo cotidiano, entonces comenzamos a buscar cerámicas que estuvieran tiznadas y con manchas de humo por el uso”, recuerda María Jesús Tardones, que trabajó directamente con el artista.
Artistas como Paula Baeza y Mónica Bengoa tenían sus visiones bastante avanzadas, llegando al museo solo a ratificar sus ideas y probando materiales ligados a revisiones previas que ellas mismas habían realizado. Pese a esto, el equipo de colecciones aportó ideas relacionadas a la materialidad y el montaje, asunto que no se puede dejar al azar dados los componentes y el estado de conservación de cada pieza.
Dado que las restauradoras trabajaban paralelamente en la colección de la muestra “40 años, 40 siglos: Cosas que cuentan”, gran parte de la búsqueda de piezas pertinentes para la exposición se dio por correo, enviando propuestas e intercambiando opiniones. En noviembre se dio una de las últimas reuniones presenciales entre el equipo MChAP y los realizadores de “Materialidades en Diálogo”, siendo esta una de las más importantes y significativas para el equipo del Precolombino.
En aquella instancia, además de probar formas de montaje, materiales y discutir qué se puede hacer con los objetos y que no -sobre todo por el resguardo y conservación de los mismos-, el equipo de colecciones entregó su visión del significado de las piezas, el rol del museo y la importancia de participar en vinculaciones como esta. “La reunión fue súper interesante porque de alguna manera le presentamos nuestro trabajo: qué son las piezas y la relación que tenemos con ellas. Son todas etnográficas, son de comunidades y de culturas vivas, entonces es muy significativo ver cómo han cambiado los materiales en el transcurso de la historia”, explica Cross.
No es la primera vez que Daniela y María Jesús trabajan en colaboración con artistas contemporáneos. El año 2019, para la exposición “Reencuentro” de Sheila Hicks, la dupla ayudó en la puesta en escena de las piezas, ya que la artista textil estadounidense elaboró su obra basándose en el arte precolombino, específicamente en los trabajos relacionados con telares.
En esta colaboración junto al MAVI y el CIIR, la participación de las conservadoras fue mucho más incidente, ya que éstas recomendaron piezas, participaron en los diálogos y aportaron en el cambio de visión de los artistas y la presentación de las obras.
La tarea de participar y dar apoyo para esta nueva exposición fue exigente. El equipo de colecciones debió trabajar con poco tiempo, teniendo solo dos meses desde la elección de piezas para buscar, limpiar y hacer mantenimiento a las mismas. Además se tuvo que trabajar en el montaje de cada obra, ya que por el resguardo de las piezas no se puede improvisar sobre ese punto.
Fue ahí donde Luis Solar, otro de los restauradores del museo, jugó un rol clave. “El trabajo que realizó Luis fue bien importante, en el sentido que con él se cubrieron todas las áreas. Hubo criterios de conservación que se tuvieron que hablar con los artistas, que también modificaban de alguna manera las obras, también se aplicaron criterios de montaje ya que hacer convivir piezas de distintas materialidades no es tan fácil”, plantea Cross.
Pese a la gran exigencia de tiempo que requirió la tarea, el equipo de colecciones valora de manera positiva lo vivido y rescata la importancia que tiene para el museo colaborar con otros recintos dedicados a la promoción cultural.
Cross y Tardones ven esta colaboración como una posibilidad de mostrar que las piezas del museo siguen dialogando en el presente: “Tratamos de transmitirles que no son piezas estáticas, que no son ruinas, que están vivas, que trabajan con las comunidades que han venido y la gente de afuera, que están en estudio constante, que interactúan”.
Además de ser una oportunidad de amplificar a otros espacios el trabajo de conservación, resguardo y difusión del arte precolombino a otro tipo de público, esta colaboración da fuerza a la misión del MChAP. “Para mí un museo tiene sentido si está abierto a la colaboración con distintos grupos de personas, distintas miradas, si no esto es solo un depósito. Entonces es nuestro trabajo y nuestra responsabilidad como área de colecciones cuidar las piezas, documentarlas, fotografiarlas, que estén en buen estado pero también para que se estudien, se muestren y circulen”, cierra Tardones.
La exposición “Ahumar, tejer, grabar, remendar: Materialidades en diálogo” será inaugurada este 5 de abril, y estará abierta a visitas durante todo el año en el Museo de Artes Visuales, ubicado en el corazón del barrio Lastarria.