La figura tallada en esta tableta para alucinógenos es muy similar a la que aparece en las grandes esculturas de piedra de Tiwanaku, en el Lago Titicaca, particularmente en los dinteles de Kantatayita y Linares. En realidad, aparece en decenas de tabletas de madera y textiles encontrados en diversos cementerios de la amplia esfera de influencia de esta cultura altiplánica. Muestra a un personaje inclinado con una rodilla en tierra y con la cabeza vuelta hacia arriba. Es la pose característica que adoptan muchos individuos cuando están en trance bajo la influencia de sustancias psicoactivas. Puede representar a un chamán, o bien, a uno de los espíritus que lo ayudan en su vuelo chamánico.
Los colmillos entrecruzados representan su transformación en un felino, animal muy asociado al uso de plantas visionarias. Su largo apéndice nasal parece destacar la vía por dónde el sujeto inhala el alucinógeno y la emanación que sale de su boca representaría la espesa saliva o el vómito que provoca esta clase de éxtasis o trance.