Con el apoyo de Escondida BHP y la Ley de Donaciones Culturales, la muestra estará vigente desde el 11 de diciembre de 2025 hasta fines de junio de 2026, en las Salas Andes y Furman del Museo Chileno de Arte Precolombino. Cuenta con la curaduría del historiador del arte e investigador Cristian Vargas Paillahueque junto al equipo del Museo, y la museografía es del arquitecto Rodrigo Tisi.
El proyecto nace de una exhaustiva investigación iniciada el 2022 en el Museo, llamada Catálogo Razonado, en donde, para la primera fase, se invitó a participar a diversos sabios y artesanos provenientes de comunidades indígenas de la Araucanía, Atacama y Rapa Nui, con el objetivo de entablar un diálogo sobre la colección en exhibición de la Muestra “Chile antes de Chile”. Este proceso tuvo como resultado la creación de 220 fichas razonadas -una por cada pieza investigada- y la publicación de tres catálogos, dedicados a cada una de las colecciones (Rapanui, Mapuche y Atacameño/Licanantay).
La investigación Catálogo Razonado ha contribuido a ampliar la mirada de la colección en cuestión, incorporando información alojada en las comunidades de los pueblos Rapanui, Mapuche y Atacameño/Licanantay. A futuro, se espera continuar con la investigación de las colecciones Aymara, Quechua y Diaguita.
“Esta exposición marca un hito para el Museo porque explora una forma de trabajo colaborativa junto a comunidades atacameña/lickanantay, mapuche y rapanui. No se centra solo en los objetos, sino en las historias, afectos y vínculos entre éstos y las personas, los que continúan vivos hasta hoy”, señala Cecilia Puga, directora del Museo Chileno de Arte Precolombino.
El curador de la muestra, Cristian Vargas Paillahueque, destaca que “esta exposición es el resultado de un proceso de investigación y colaboración con sabios, artistas y especialistas de los pueblos atacameño/lickanantay, mapuche y rapanui. Desde sus propias miradas, las piezas dejan de ser solo objetos de estudio para convertirse en interlocutoras vivas de los pueblos que las sostienen, crean y transforman”.
“En sus más de 30 años de historia, Escondida | BHP ha sido testigo privilegiado de la conexión de las comunidades indígenas del pueblo Lickanantay con su territorio. Esto se traduce en respeto y compromiso con ellas, y en nuestro Plan de Pueblos Originarios, que inspira nuestro quehacer. Hoy extendemos ese respaldo a través del gran equipo de profesionales del Museo Precolombino quienes aportan al rescate de otras culturas indígenas de nuestro territorio, manteniendo viva la historia y el acervo de los pueblos originarios, facilitando su conexión con la ciudadanía y, en especial, con las nuevas generaciones”, afirma René Muga, Vicepresidente de Asuntos Corporativos de BHP Latinoamérica.
Bajo la premisa de que la producción creativa de los pueblos indígenas de Chile y América no es un asunto del pasado, sino que sus creaciones siguen vigentes –con quiebres, cambios y también continuidades– el Museo decide realizar su exposición temporal en base a este proceso de diálogo e investigación intercultural, que implica a su vez, un replanteamiento a cómo se presentan los pueblos y personas indígenas en los museos.
Así, con una museografía clara y atractiva y un fuerte componente archivístico –que releva los rostros, autorías y las historias detrás de cada pieza– “Vivos y Presentes” busca enlazar las memorias, los oficios y el trabajo creativo de sabios y artesanos del pasado y del presente de los territorios convocados.
La exhibición contará con piezas de la colección custodiadas por el Museo Chileno de Arte Precolombino y de otras instituciones como el Museo Nacional de Historia Natural, el Museo de Historia Natural de Valparaíso y el Museo Fonck. Incluirá además piezas de colecciones privadas como también algunas especialmente comisionadas a artistas y artesanos de estos pueblos indígenas, junto a material audiovisual que complementa la exhibición.
A nivel global, los museos que resguardan colecciones de arte indígena están siendo cuestionados por varias razones, entre las que se encuentran el origen de estas colecciones o el modo en que las piezas fueron obtenidas; el silenciamiento o invisibilización de los pueblos que las produjeron y de sus herederos; la imposición de categorías occidentales de “arte” y “artesanía”; e incluso la tendencia a fijar las culturas indígenas en el pasado, sin reconocer su continuidad y vitalidad. La exposición busca abordar estas críticas desplegando el conocimiento propio de los pueblos originarios y el rol activo de sus especialistas en la persistencia de tradiciones artísticas y culturales en Chile: que hoy existan tradiciones alfareras, textiles o escultóricas que se remontan a cientos o miles de años y que continúan inspirando a artistas y comunidades, habla de una resistencia creativa que ha sido capaz de superar complejos procesos de colonización y despojo. Uno de los desafíos para los museos hoy es mostrar la rica historia indígena como una que perdura y se proyecta al futuro.
La exposición se acompañará de un catálogo impreso, con textos de investigadores indígenas que reflexionan sobre distintos ámbitos de la creación artística y cultural de sus pueblos. Además, al interior de la exposición habrá espacios de mediación autónoma en los que los públicos podrán activar contenidos de forma didáctica. A lo largo de los siete meses, el Museo ofrecerá diversas actividades de extensión como conversatorios, talleres, charlas, además de una oferta permanente de visitas mediadas, buscando relevar la vitalidad de los pueblos originarios.