“Moviendo Palabras” es una actividad educativa del Museo Chileno de Arte Precolombino que, a partir de un mazo de cartas con imágenes inspiradas en un códice azteca, permite a niñas y niños crear historias y acercarse al fascinante mundo de la escritura mesoamericana por medio del juego y la creatividad.
Cartas, símbolos, dibujos que representan animales, dioses y otras figuras… Las caras de admiración lo dicen todo: aunque los códices no forman parte de nuestra vida cotidiana, los niños y niñas se asombran cuando descubren qué son y para qué servían.
Junto con enseñar sobre las distintas formas de registro en las culturas americanas, Moviendo Palabras fue creado por el Departamento de Educación Patrimonial del Museo Chileno de Arte Precolombino, con apoyo de Fundación Olivo, en conjunto con el programa Travesías de Par Explora, del Ministerio de Ciencias, Tecnologías, Conocimiento e Innovación, como una herramienta para potenciar las habilidades de lectoescritura, fomentando la narración a partir de los personajes y figuras de las cartas inspiradas en el códice borbónico, de la cultura azteca.
¿Qué es un códice?
“Es un manuscrito pictórico de la tradición mesoamericana. A través de ellos se pueden conocer diversos aspectos de las culturas que los realizaban”, nos explica Diego Artigas, coordinador del Departamento de Educación Patrimonial del Museo y arqueólogo experto en educación.
Los códices mesoamericanos eran más que libros; eran vehículos de conocimiento que combinaban arte, ciencia, historia y espiritualidad. Elaborados principalmente en papel amate (hecho de corteza de árbol) o piel de venado, los códices eran pintados por escribas o tlacuilos, quienes plasmaban sus saberes usando tintas naturales. Las imágenes y glifos no solo narraban historias, sino que también servían como mapas, calendarios y guías rituales.
Tipos de códices
Existen códices prehispánicos y otros creados después de la conquista española. Se diferencian por su contexto histórico, sus usos y por las regiones donde fueron elaborados. Los códices prehispánicos suelen tener un carácter ceremonial, histórico o astronómico, mientras que los coloniales reflejan un sincretismo cultural, mezclando tradiciones indígenas con influencias europeas.
Algunos ejemplos destacados son:
Códice Borbónico: De contenido ritual y calendario, este códice es una guía para entender las ceremonias y festividades mexicas.
Códices Mixtecos: Como el Códice Nuttall, estos destacan por sus narraciones genealógicas y políticas, representando las historias de linajes nobles.
Códice Florentino: Una obra enciclopédica creada bajo la dirección de Fray Bernardino de Sahagún. Es considerado la fuente más detallada sobre la cultura mexica, el Imperio azteca y los primeros años tras la conquista.
La experiencia en el Museo
El Museo Chileno de Arte Precolombino se inspira en estos tesoros culturales para acercar sus contenidos a las nuevas generaciones. Con el códice Borbónico como referencia, se creó un mazo de cartas llamado Aprendamos de un Códice Azteca, diseñado por Rodrigo Montecinos y el equipo de diseño del Museo, para recrear el uso narrativo de estos documentos. A través del juego, niñas y niños exploran las figuras y símbolos, conectándolos con su propia imaginación y contexto.
La metodología empleada, basada en el Story Grammar, permite construir historias a partir de las cartas, utilizando los personajes, elementos y eventos representados. Este enfoque no solo fomenta la creatividad, sino que también facilita la comprensión de conceptos complejos relacionados con las culturas precolombinas.
Importancia cultural de los códices
Los códices son una puerta única hacia la cosmovisión de las civilizaciones mesoamericanas. Cada símbolo, cada trazo, es un testimonio de cómo estos pueblos concebían el tiempo, el espacio y su lugar en el universo. Independientemente de cuál sea el códice estudiado, la experiencia de adentrarse en ellos nos conecta con una rica tradición de pensamiento visual, artística y científica.
Moviendo Palabras: un puente entre mundos
Durante el año 2024, el proyecto Moviendo Palabras: Aprendamos de un Códice Azteca, se trabajó con los alumnos de quinto básico del colegio Jorge Prieto Letelier, de Peñalolén, en conjunto con los profesores de Lenguaje, Historia y Arte. En este contexto los niños visitaron el museo, y se realizaron varias sesiones de talleres donde escribieron un cuento y lo ilustraron en formato de acordeón, al estilo de los códices mesoamericanos.
Esta actividad también se realizó en un taller durante el Día del Patrimonio de Niños, Niñas y Adolescentes, resultando una experiencia de narración oral, donde padres, madres y niñas y niños disfrutaron a la vez que se sorprendieron de la belleza y conocimiento de los códices mesoamericanos.
Con Moviendo Palabras, el Museo reafirma su misión de preservar y difundir el patrimonio cultural de América, conectando pasado y presente a través del juego y el aprendizaje. Actualmente, se desarrolla una segunda edición del mazo de cartas, que saldrá a la venta durante 2025, con el objetivo de ser utilizado como un recurso educativo, tanto para actividades dentro del Precolombino, como en las casas, de forma particular.