Réplicas:  la mediación en el centro del museo

En el Día Internacional de los Museos, celebramos nuevas formas de acercarnos al patrimonio. La maleta itinerante del Museo Chileno de Arte Precolombino, cargada de réplicas táctiles y piezas creadas con tecnologías 3D, invita a tocar, explorar y sentir la colección fuera de las vitrinas. Una herramienta educativa que viaja por escuelas, hospitales y comunidades, ampliando los sentidos y las posibilidades de encuentro con las culturas precolombinas.

Por Paula Campos

Un niño extiende sus manos y toca con cuidado el lomo de un perro colima. Sus dedos recorren la forma del cuerpo, el hocico, las patas. Mira con atención, se emociona. No está en una sala del museo: está en su escuela, en una actividad educativa con la maleta itinerante del Museo Chileno de Arte Precolombino. Allí, en medio de su sala de clases, en la escuela Juan Sandoval Carrasco, se produce el encuentro con una cultura de otro tiempo que, a través de este objeto tan familiar, tan cercano, rompe la barrera del tiempo.

Desde su fundación, el Museo Chileno de Arte Precolombino ha buscado ser un espacio vivo, donde el conocimiento se construya en diálogo con los pueblos de América, las comunidades y los visitantes. Bajo esa perspectiva, el área de Educación ha desarrollado propuestas que ponen a las personas en el centro de la experiencia museal.

Las réplicas han sido una herramienta fundamental para ello. No solo permiten el contacto directo con formas, materiales y detalles que muchas veces están tras las vitrinas, sino que habilitan un tipo de aprendizaje más profundo, que involucra el cuerpo, los sentidos y la emoción.

“Las primeras réplicas comenzaron a elaborarse al alero de la tienda, como venta de piezas que teníamos en exhibición”, recuerda Pilar Alliende, subdirectora de Contenido y Gestión de Colecciones. “Al principio no sabíamos bien cómo integrarlas en el desarrollo cotidiano del museo. Tuvimos conversaciones y debates sobre su rol. Con el tiempo, y especialmente con el fortalecimiento del área educativa, se volvió evidente que eran esenciales para nuestra forma de hacer mediación”.

Diego Artigas, encargado del área de Educación, lo confirma: “Las réplicas nos permiten acercar la colección a otras realidades. Niños y niñas pueden tocar las piezas, sentirlas, olerlas, observarlas con detalle. A través de ellas se genera un vínculo mucho más potente con las culturas precolombinas. Es otra forma de vivir la historia”.

Maletas que viajan, patrimonios que se comparten

La maleta itinerante nació en 2025 como una forma de expandir el museo más allá de su edificio en Santiago. Con un conjunto de réplicas seleccionadas —tembetás, figurillas, puntas de proyectil, entre otras—, esta propuesta permite que el patrimonio llegue a escuelas, hospitales, centros culturales y espacios comunitarios de todo el país.

“Las maletas viajan con nosotros”, explica el equipo de Educación. “Van donde normalmente el museo no puede estar. Y en esos lugares, el patrimonio se vuelve parte de la vida cotidiana: se toca, se conversa, se reflexiona en comunidad”.

Este enfoque conecta con una visión más amplia del museo: una institución que escucha, aprende y transforma sus prácticas para responder a las realidades y necesidades de las personas.

De la copia al futuro: tecnología y acceso

Algunas de estas piezas fueron creadas por artesanos especializados, y nos han brindado conocimientos nuevos acerca de su factura. Hoy, la tecnología ha ampliado aún más las posibilidades del trabajo con réplicas. Gracias a la impresión 3D, por ejemplo, se han ampliado las piezas y materialidades de estas copias. 

Gracias a una donación particular de modelos 3D, el equipo de Educación del Museo Nacional de Historia Natural liberó el acceso de descarga de algunas de las piezas que hoy nutren la colección de trabajo, esto gracias a modelos digitales escaneados con precisión que permiten experimentar otras materialidades. Hoy, algunos de esos modelos son parte de la maleta viajera del Museo Precolombino.

En ese camino, el Museo Chileno de Arte Precolombino se suma a una red de museos que entienden la mediación como un gesto generoso y expansivo: compartir, enseñar y provocar nuevas preguntas.

Una invitación a tocar el pasado

La maleta itinerante no solo transporta objetos: lleva consigo historias, memorias e identidad. Es una herramienta que permite tocar el pasado, pero también imaginar futuros posibles, poner en debates contemporáneos la historia de los pueblos de América. Un recurso que conecta a las personas con las culturas precolombinas desde la experiencia directa, sensible y significativa.

En el Día Internacional de los Museos, celebramos nuevas formas de acercarnos al patrimonio. Te invitamos a conocerla de la mano de los educadores patrimoniales y conservadores del Museo para el Día de los Patrimonios, el 24 y 25 de mayo, en donde la maleta itinerante se instalará en la actividad “Estación Precolombino”, cargada de réplicas táctiles y piezas creadas con tecnologías 3D, para que el museo pase por los otros sentidos, al juego, al encuentro y a la posibilidad de que cada persona haga suyo el pasado que compartimos.

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