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Los wixárika de México

El pueblo wixárika (huichol) de la Sierra Madre Occidental de México realiza anualmente una peregrinación ritual de cientos de kilómetros dirigido por sus mara’káme (chamanes), en pos del peyote o híkuri (Lophophora williamsii), que solo crece en las tierras de Wirikuta. Este pequeño cactus con propiedades psicoactivas es el sustento de la religiosidad de este pueblo, los conecta con sus ancestros y regenera sus espíritus. Para la ocasión, los chamanes visten sus mejores galas y llevan consigo una serie de implementos, desde armas reales y simbólicas, hasta morrales con objetos sagrados que les asistirán durante el viaje.

Trichocereus Pachanoj (Jill Plugh and Steven F. White©, 2022).

* Material Audiovisual

El traje del mara'káme (chamán)

El traje del mara’káme consta de una manta, un pantalón y una camisa ceñida a la cintura por una faja y sobre ella, pequeñas bolsitas unidas por un cordón, además de dos morrales o bolsas ‘peyoteras’ cruzadas al pecho. El atuendo se completa con un sombrero alón confeccionado con hojas de palma adornado con cuentas o chaquiras colgantes y grandes plumas que lo identifican como chamán. Como accesorios, suele llevar un arco y flechas para la caza ritual del venado o ciervo (peyote) y cetros con plumas, que son sus principales aliados de poder. Las figuras bordadas en el traje son símbolos ancestrales relacionados a sus creencias, algunas son mágicas para quienes las llevan y otras expresan peticiones de protección a la deidad que representan, como el venado, el peyote y el fuego, entre otros motivos frecuentes.

Peregrinación y cosecha del peyote

Como el peyote no es originario de la Sierra Madre, los wixárixa deben viajar al oriente más de 400 km para llegar a Wirikuta, al mítico lugar de origen de este cactus. En su caminata, van deteniéndose y realizando ceremonias en específicos manantiales, montañas y ríos. El itinerario sigue las rutas tradicionales que los conectan con sus antepasados. Al llegar a Wirikuta, comienza la cosecha del peyote, el Hermano Mayor Venado, cuya carne divina permite al chamán y a su comunidad trascender las limitaciones de su condición humana.

Peregrinación a Wirikuta

Extracto del documental To find our life: The peyote hunt of the Huichols of Mexico (Sonora, México), de Peter T. Furst, 1969, © University of California, EEUU.

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De chamanismo a religión

Las leyes de Estados Unidos conducen a fundar la Iglesia Nativa Americana, organizada alrededor de la ideología del peyote o ‘peyotismo’, pero dentro de la institucionalidad religiosa estadounidense. Esto demuestra la capacidad que tiene el chamanismo de mutar y adaptarse a diferentes realidades.

 

Hacia 1880, las ceremonias, los instrumentos rituales y la teología fundamental del Peyotismo se volvieron más uniformes y la religión comenzó a extenderse por todo el estado de Oklahoma. En su difusión influyeron la existencia de un comercio que facilitaba el suministro de peyote, el uso del inglés como lengua común entre las tribus, el contacto en campos de prisioneros de guerra e internados indígenas y la creciente incapacidad de la religión cristiana para explicar las condiciones en las que los nativos vivían. El factor más importante fue, sin embargo, el rol que jugó este cactus en la cura de enfermedades. Los seguidores del Peyotismo creen en un ser supremo llamado Gran Espíritu y consideran al peyote como un sacramento sagrado por medio del cual se comunican con el Creador.

(Foto, Gonzalo Puga).

Origen de la Iglesia Nativa Americana

La concentración de población indígena en Oklahoma fue consecuencia de la aplicación de la Ley de Relocalización de 1830 (Indian Removal Act), que implicó que unos diez mil nativos americanos fueran forzosamente trasladados al oeste del río Mississippi para ocupar tierras antes indígenas. Algunas tribus se retiraron pacíficamente y otras resistieron la política de reubicación. Hubo guerras entre las fuerzas de Estados Unidos y los nativos americanos. Las autoridades de gobierno aunque firmaron numerosos tratados durante este período, más tarde derogaron muchos de ellos. Son bien conocidos los enfrentamientos militares de Little Bighorn, en 1876 y la masacre de Lakotas, en Wounded Knee, en 1890.

Los tres hombres más influyentes en la propagación de la religión del Peyote en el sudoeste de Estados Unidos.

Kitsiuri. Bolsa ‘peyotera’ con diseño de peyote y borlas.

Tejido a telar, algodón. Pueblo Wixárika de Santa Catarina/San Sebastián), siglo XX.

Sierra Madre Occidental, Norte de México.

Colección José Bedia, Miami, EEUU; PT 57 (48 x 28.5 cm).

(Foto, Constantino Torres).

Kitsiuri. Bolsa ‘peyotera’ con diseños visionarios.

Tejido bordado en punto Cora, algodón. Pueblo Wixárika de San Andrés, siglo XX.

Sierra Madre Occidental, Norte de México.

Colección José Bedia, Miami, EEUU; PT588. (150 x 95 mm).

(Foto, Constantino Torres).

Los diseños y composiciones de estas piezas de arte wixárika surgen de las visiones que entrega el peyote y son de una fuerte carga simbólica. Se les considera ‘instrumentos para ver’ los mitos, las creencias y las visiones del chamán.

NIERIKA. Tablillas con visiones chamánicas. Peyote y Venado

Madera, estambre y cera. Pueblo Wixárika (Huichol), siglo XX.

Sierra Madre Occidental, Norte de México.

Colección Constantino M. Torres, Mami, EEUU; PT 52 (145 x 145 mm) y PT 53(365 x 305 mm).

(Foto, Constantino Torres).

John Wilson

Hombre Caddo-Delaware-francés, reconocido líder del Ghost Dance. Cuenta la leyenda que con su esposa fue a un bosque, donde comieron 15 botones de peyote al día por dos semanas. Durante esta experiencia, el Peyote los instruyó en cosas como la manera de pintarse la cara y de cantar los cánticos sagrados.

Quanah Parker

Jefe Comanche. Casi muriendo y después que ningún médico ni curandero pudiera sanarlo, fue visitado por una chamán tarahumara que le dio a beber té de peyote. A los pocos días recuperó la salud. La experiencia le cambió su forma de ver la vida y abandonó la violencia, dedicándose el resto de su existencia a difundir las enseñanzas del peyote.

James Mooney

Arqueólogo del Instituto Smithsonian. Su viaje por Oklahoma en 1891 participando en ceremonias de peyote, lo convenció de la necesidad de unir a las tribus y proteger su derecho legal a usar el peyote en ellas. Convocó en 1918 a todos los grandes oficiantes de la religión del Peyote (Roadmen), y escribió el reglamento que se usó para legalizar la Iglesia Nativa Americana.

Traje de chamán Mara’káme para la peregrinación a Wirikuta.

Textil bordado, algodón, lana, fibra vegetal, cuentas de vidrio (chaquiras), cuero.

Pueblo Wixárika, San Andrés Cohamiata, ca. 1980.

Sierra Madre Occidental, Norte de México.

Colección José Bedia, Miami, EEUU; PT 49, PT54 y PT55

(Foto, Rodrigo Tisi).

 

 

XUPURERU. Sombrero.
KAMIRRA. Camisa larga bordada con motivos de ciervos.
HUERRURI. Pantalón bordado con motivos de ciervos.
TUWAXA. Manta o pañolón anudado al cuello.
HUAIKURI. Bolsitas y borlas unidas por un cordón ceñido a la cintura.
KITSIURI. Morrales ‘peyoteros’ puestos en bandolera y pequeña bolsa para amuletos.
Collar de chaquiras (cuentas de vidrio) con diseño de ciervo.
GUARACHES. Sandalias.